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domingo, 29 de mayo de 2016

A ERNESTO GASPARI LE TIRAN SALVAVIDAS DE PLOMO

 ASESORES DESPISTADOS

En el segundo piso del Edificio de Dirección del Astillero Río Santiago, desde que asumió su nuevo presidente, tres “asesores” (así fueron presentados) de ignoto perfil reclaman permanentemente informe tras informe de actividades a las distintas gerencias de la empresa.

Las personas, seguramente algunos de los tantos miembros de consultoras económico – financieras “con licencia por estar ocupando un cargo en el sector público" a las que nos tienen acostumbrados el actual gobierno, afirman con gesto severo que “una empresa como Astillero Río Santiago no puede tardar tanto en construir barcos”. Y a renglón seguido preguntan mientras miran los documentos que le presentan: “¿Qué es C 79?”, ¿Qué significa TPB?”. Los esforzados empleados responden entonces, con infinita paciencia: “C 79 es la Construcción 79. Es el número de orden interno del petrolero “Eva Perón”. “TPB es Tonelada de Porte Bruto. Es la forma usual de expresar el tamaño de los buques graneleros, los petroleros y los de carga general.”

La situación hace recordar a quien mandan a curar un enfermo grave e intenta tomar un curso acelerado de medicina. Los expertos en finanzas fueron enviados por el ministro de Coordinación y Gestión, Roberto Gigante a navegar por las tormentosas aguas de la construcción naval sin brújula, sin compás y sin sextante. Condiciones ideales para que naufrague el bote que conduce Gaspari.

UN REGALITO DESDE ECONOMÍA

A pocos metros de esa oficina, en el salón de actos de la empresa, se desarrolló en estos días una reunión del personal jerárquico donde se debatió los alcances del incremento salarial ofrecido por el gobierno de la licenciada María Eugenia Vidal. El encuentro fue la oportunidad de expresar el malhumor, en algunos casos de viva voz, ante el magro resultado. En la mayoría de los casos, el personal de línea (ese a quien los consultores le piden que le hagan los informes) recibieron el incremento más bajo del conjunto de los trabajadores del Astillero, tanto en valores porcentuales como absolutos (17,5% de promedio).

El suceso no fue más que la expresión ruidosa, en las alturas, del estado de ánimo general por una oferta salarial que fue aceptada más por resignación que por convicción… Y sólo bajo la condición de que se reabra la discusión en el segundo semestre tras el monitoreo acordado entre el ministerio de Economía y ATE Ensenada.

Esta situación, mezcla de abatimiento, resignación y fastidio del personal, fue el presente griego que los socios de la consultora Empiria, el ministro de Economía provincial (y ex – massista) Hernán Lacunza, y el Subsecretario de Coordinación Económica (funcionario de Economía de la Nación durante las presidencias de De La Rúa, Eduardo Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner) Damián Bonari, le hicieron a  Gaspari para celebrar el inicio de su gestión.

NI UNA AYUDITA DE LOS AMIGOS

            Por otro lado, y pese a los malabarismos discursivos que debe utilizar Ernesto Gaspari en sus comunicados oficiales, los insumos no aparecen ni siquiera para cubrir las necesidades más primarias.

En una gacetilla de prensa Gaspari asevera: “Una de las prioridades, es proveer de elementos necesarios para garantizar la seguridad laboral en el predio del ARS”. Pero dos renglones más adelante, el mismo presidente confiesa que: “Desde las gerencias de Administración y Abastecimiento se trabaja de manera coordinada con el fin de acelerar los procesos de compras de insumos necesarios para desarrollar distintas actividades del Astillero” y que “… la actual gestión continúa trabajando con la cartera productiva provincial con el propósito de concretar las partidas económicas extras que serán destinadas a inversión en seguridad e higiene laboral” (En Contacto, Nº 22 – mayo 2016)

Es decir, a 5 meses de haber asumido el ministro de Producción, Ciencia y Tecnología. Jorge Elustondo y a 4 del accidente mortal que sufriera el trabajador Ramón de Jesús Ramírez nadie puso un peso y nadie compró nada.

No hace falta tener una consultora financiera ni saber de macroeconomía para averiguarlo. Basta caminar un poquito el Astillero y hablar con su gente.

Los conductores de camiones, grúas y montacargas podrán informar que sus máquinas suelen estar días y hasta semanas detenidas porque el combustible le llegan en cuentagotas. Saque el lector conclusiones sobre el estado de compra de nuevas herramientas e insumos.

Los operarios que trabajan en los muelles o talleres no techados darán testimonio que ni siquiera están provistos de ropa de invierno aunque las temperaturas comienzan a bajar. También que el agua potable escasea en los lugares de trabajo. En la industria el concepto de Seguridad Laboral está ligado a los de Salud e Higiene. Sin un buen abrigo y una buena hidratación es imposible alcanzar estos valores básicos. ¿Qué vamos a pensar de los demás elementos de seguridad?

Los soldadores, oxigenistas, caldereros y demás trabajadores que operan en los tanques del buque lo deben hacer en penumbras, exponiéndose a golpes y caídas, porque no hay lamparitas eléctricas.

Los encargados de pintar los tanques del buque Eva Perón clamaban a gritos por más andamios para alcanzar los tiempos que exigen los nuevos acuerdos con Venezuela. Hasta hace poco les prometían esa compra. La semana pasada se enteraron que se empezaba a desarmar los andamios del buque Juana Azurduy para dárselo a ellos. “¿Pero no los necesitan ustedes para soldar la 80?” – preguntaron asombrados. Y el informante sólo pudo hacer el gesto de quien no puede decir: “¿Y qué querés que te diga?  Donde manda capitán…”

Es que los que trabajan se encuentran en una brutal disyuntiva: Si no se entrega el Eva Perón en febrero del 2017, PDVSA anunció que iniciarían acciones legales y posiblemente comenzarían a cobrar multas con el perjuicio económico que significa para el Astillero. Pero si no se produce la botadura del Juana Azurduy en marzo de 2017, aunque sea con un mínimo de alistamiento – y para eso su casco tiene que estar completamente soldado- y terminado en agosto de 2018, se esfumaría la posibilidad de continuar construyendo para Venezuela. El método de desvestir un santo para vestir otro atenta contra este objetivo

            ¡Pobre Astillero! De un Presidente que se hacía presente en la planta naval en contadas ocasiones, que convocaba a las reuniones de gerentes en el lobby del hotel Argentino y prometía la construcción de fantasmales flotas de 23 bulk carrier y terminó procesado por corrupción (ASTILLERO RÍO SANTIAGO AL GARETE - https://elestataldeensenada.blogspot.com.ar/2013/11/astillero-rio-santiago-al-garete.html ); pasó a otro que se hace presente a diario y desde hora temprana, que con austeridad republicana explicó que, a la edad de jubilarse y descansar, había dejado la actividad privada con la loable intención de realizar un servicio al bien público y con un objetivo menos ambicioso: Terminar un solo barco.


Pero con los recursos y la ayuda que le prestan los funcionarios de su propio gobierno esa tarea parece ciclópea, como cruzar Salinas Grandes sin sandalias.

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