(Red Eco) Buenos Aires - En la tarde del jueves 5 de septiembre decenas de trabajadores estatales que permanecían pacíficamente en la Municipalidad en reclamo de la reincorporación de diez compañeros fueron violentamente desalojados con gases y balas de goma por infantería. Cerca de veinte personas debieron ser internadas en el hospital local. Por tal motivo, ATE y CTA realizaron un fuerte un paro provincial en el día de ayer, viernes 6 de septiembre.
La Asociación de Trabajadores del Estado mantenía una toma pacífica del edificio municipal desde el martes pasado a la espera de una reunión para tratar la reincorporación de los diez trabajadores municipales despedidos, además del pase a planta permanente prometido en marzo para cientos de empleados y el cese de la persecución gremial.
“Tenemos muchos compañeros precarizados y hace años que nos vienen prometiendo el pase a planta permanente. Además queremos una bonificación de 1500 pesos una vez al año, porque el trabajador municipal no puede vivir dignamente con este sueldo. Y cuando reclamamos nos persiguen políticamente, como por ejemplo cuando la patota municipal le rompió el vidrio del auto a un compañero, o amenazó a una compañera con un arma”, relató Jorge Acevedo, secretario de organización de la regional ATE Quilmes.
Ayer, miércoles, los trabajadores mantuvieron un encuentro en La Plata, donde los funcionarios prometieron una nueva instancia para hoy con la presencia del intendente de Quilmes, Francisco Gutiérrez.
A pesar de la ausencia del mandatario, los trabajadores fueron recibidos por representantes distritales, que rechazaron la posibilidad de reincorporar a los trabajadores despedidos.
Ante esta situación, la asamblea votó permanecer en el edificio, tras lo cual, comenzaron a ser reprimidos por efectivos de Infantería.
Respecto a lo sucedido el secretario general de ATE Provincia, Oscar De Isasi, afirmó: “Lamentablemente el municipio de Quilmes respondió con represión los legítimos reclamos de los trabajadores, que permanecían pacíficamente (…). Lejos de obtener soluciones por parte del ejecutivo fueron reprimidos por una patota cívico-policial que liberó la zona y reprimió a mujeres y hombres que estaban pidiendo mejoras en las condiciones laborales y la reincorporación de los despedidos”.
El paro provincial de mañana será por 24 horas e incluirá una movilización a la Municipalidad de Quilmes a partir de las 10: “Lejos de amedrentarnos, consolidamos nuestra unidad política. Vamos a mostrar pacíficamente el repudio a la represión y a exigir que los trabajadores despedidos sean reincorporados de manera urgente y todos los reclamos que venían sosteniendo nuestros compañeros de la seccional sean escuchados”, aclaró De Isasi