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Parte de la tripulación del "San Luís", Somonte es el primero a la izquierda |
En vísperas del final de la Guerra por Malvinas, este 13 de junio, se homenajeó a la tripulación del Submarino ARA "San Luís"por su notable actuación contra la flota británica. José Alberto Somonte actualmente trabaja en el sector BUQUES MILITARES del Astillero Río Santiago, y recibió emocionado el presente.
ACTUACIÓN DEL SAN LUIS
El Submarino "San Luís", tuvo activa participación en el conflicto con Gran Bretaña, se mantuvo debajo de la flota inglesa hasta fines de mayo y les hizo frente en tres ocasiones.
El primer ataque se produjo en los primeros días de mayo cuando sus sonaristas detectaron un rumor hidrofónico que enseguida clasificaron como perteneciente a un “destructor del tipo 21 o 22” en base al batido de sus hélices y a la emisión de su sonar del tipo 184. El blanco navegaba operando con helicópteros a una velocidad de 18 nudos. El Capitán Fernando Azcueta, comandante del sumergible, ordenó entonces caer en la dirección del blanco y aumentar la velocidad al máximo para acortar las distancias. Se expuso el periscopio unos breves segundos pero una espesa niebla impidió ver nada. Cuando el blanco estuvo a una distancia inferior a las 9.500 yardas, Azcueta ordenó lanzar un torpedo SST-4, el cual cuenta con 260 Kg. de alto explosivo, el primero que lanzaba la Armada Argentina en tiempo de guerra, deteniendo las máquinas a último momento para facilitar el guiado manual del torpedo. Eran las 10:15 horas. Dos minutos después del lanzamiento se recibió la señal de “cable cortado” y ninguna evidencia de haberse alcanzado el blanco. Casi enseguida iniciaron maniobras evasivas previendo un eventual contraataque enemigo.
La respuesta Británica fue de inmediato, pero gracias a las condiciones del submarino y a la idoneidad y calma de los tripulantes, pudo evadir y culminar con parte de la misión. Después del lanzamiento la nave fue detectada y atacada por una combinación anti-submarina de buques de superficie y de helicópteros, por el término de casi 20 horas, con cargas de profundidad. Para economizar combustible y evitar ser detectado por los helicópteros antisubmarinos que se sabía estaban operando en esa área, el submarino se posó en el lecho marino hacia las 16:25, donde permaneció las siguientes cinco horas.
Prácticamente a diario se vieron obligados a jugar al gato y al ratón con los buques de superficie y helicópteros antisubmarinos británicos que se desplazaban por la zona, debiendo en varias ocasiones interrumpir abruptamente la recarga de sus baterías por los constantes contactos hidrofónicos que mantuvieron con el enemigo.
SEGUNDO ATAQUE
El 8 de mayo los sensores acústicos captaron otro rumor hidropónico con todas las características de un contacto inteligente y por lo tanto hostil.
Somonte conserva aún fresca en su memoria aquella experiencia: “Sentimos algo muy cerca del casco por encima de la popa, aunque no podría asegurar que haya sido un torpedo”.
Sea como fuere el Comandante ordenó enseguida maniobras evasivas con lanzamiento de falsos blancos o señuelos para eludir la inminente amenaza.
Posteriormente se apreció el blanco a corta distancia y en acercamiento, lo que terminó por decidir al Capitán de Fragata D. Fernando María Azcueta a lanzar un torpedo antisubmarino MK-37 a una distancia inferior a las 2.500 yardas. Eran las 21:42 del 8 de mayo.
La detonación se produjo 16 minutos después del lanzamiento sin poderse precisar su resultado.
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El simbólico corte de cinta estuvo a cargo de la Directora del Museo Naval "Río Santiago", donante de piezas para la muestra,el homenajeado, el Gerente General del ARS y Santiago Sánchez Negrete. |
FALLAS EN SISTEMA DE ARMAS
La tercera oportunidad de atacar se presentó en la madrugada del 11 de mayo cuando se obtuvo un nuevo contacto hidrofónico sobre dos blancos de superficie que navegaban en proximidades de la boca del Estrecho de San Carlos (24). El destino había colocado al San Luís entre ambos buques enemigos. Una posición inmejorable para un ataque con torpedos.
En la superficie reinaba una total oscuridad que hizo imposible visualizar los buques vía periscopio. Azcueta se decidió a atacar primero el blanco ubicado más al sur, por cuanto éste presentaba menores probabilidades de incurrir en error en cuanto a la estimación del rumbo y distancia. A la 01:40 a una distancia de 8.000 yardas ordenó lanzar con el tubo Nº 1, pero ante la falla de éste debió lanzarse con el tubo Nº 8; para entonces la distancia al blanco se había reducido a 5.200 yardas. A los 3 minutos de corrida del torpedo se recibió la señal luminosa de “cable cortado” en la consola de control tiro.
El S-32 se dispuso enseguida a atacar al segundo blanco ubicado un poco más al norte, pero dado que éste se alejó del lugar a alta velocidad Azcueta decidió abortar el lanzamiento. Poco después de la acción el Comandante despachó un mensaje a COFUERSUB dando cuenta de su frustrado ataque y del comportamiento errático de este último torpedo pese a contarse con excelente información del blanco y una posición inmejorable para efectuar el disparo, concluyendo que “el sistema de armas no era confiable”.
Este informe decidió su regreso para realizar un servicio técnico y el 19 de mayo en horas de la noche el S-32 tomó puerto en esa base tras 39 días de patrulla bajo las frías aguas del Atlántico Sur y 864 horas de inmersión. Regresó a Puerto Belgrano pero no alcanzó a salir nuevamente a combatir, pues las acciones ya estaban decididas.
La valentía de todos los tripulantes del submarino ARA San Luís se vio reflejada, cuando recibieron la medalla al "Valor en Combate".
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El capitán Somonte saludó a los presentes. Sánchez Negrete y Boroviklo aplauden |
EL HOMENAJE
A este accionar el APSJA le presentó su respeto y agradecimiento a través del Capitán de Navío (RE) José Alberto Somonte, Jefe de Máquinas del S-32 ARA “San Luís”. El presente fue entregado por el Presidente de la Asociación del Personal Superior y Jerarquizado, Santiago Sánchez Negrete y el Gerente General del Astillero Río Santiago, Contador Julio Borovik.
El sencillo y emotivo acto se dio en el marco de la inauguración de un sector en la muestra permanente del Museo de Astillero dedicado a los Héroes y Mártires de Malvinas. En el mismo estuvieron presentes Elsa Poveda, directora del Museo Escuela Naval Militar “Río Santiago”, el Subgerente General del ARS, ingeniero Héctor Pagani, su Gerente de RRHH, doctor Carlos Maduri, el Secretario de la Presidencia, Oscar Borcerio y miembros del staff de la empresa naval.
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El homenaje fue austero, íntimo y en un clima distendido. |